Residencial Al Andalus Casa Azahar

Lili _2004

La residencia es preciosa los apartamentos están bien equipados para la estancia de una familia. De verdad que no nos podemos quejar porque tenemos que ser consciente que por lo que pagamos están bien los apartamentos. La tele es nueva la microondas también dispone de lavadora y también hay utensilios para cocinar. El dueño Santi nos atendió muy bien. La única pega que ponía es por el restaurante y no por la comida sino por el personal el camarero súper desagradable contando tonterías quejándose todo el rato porque venimos quejándose de todo súper amargado a la gente eso le sentaba mal y empezaba a comentar. También súper desorganizado hacía esperar a la gente a lo tonto mientras intercambiaba el número de teléfono con algunos clientes que eso lo veo muy mal por su parte porque si está allí se le paga por atendernos no para pasar mal rato que le estamos molestando. También cada vez pidiendo limón para la paella y diciéndome que no hay porque quisieran eso tampoco me pareció justo. Yo creo que con un camarero majo y amable restaurante sería un éxito. La zona ajardinada es preciosa la piscina también. La ubicación también es muy buena aunque he leído que la gente se quejaba que está lejos de la playa pero no es verdad la ubicación es perfecta porque a tres minutos tienes una tienda para comprar de todo y luego la playa la tiene como mucho a cinco minutitos andando y tienes todos los bares a disposición y todo a un precio muy asequible. De verdad que yo estoy contento con mi estancia estoy consciente que no se puede ofrecer por el precio que tienen seguramente que volvería lo recomiendo porque de verdad que está bien salvo el camarero de la cafetería.

Evk

PENOSO. LE PONGO UNA ESTRELLA Y PORQUE NO PUEDO PONER MENOS. APARTAMENTOS super viejos, sin toallas, ni papel del wc. El wifi no funciona. Además te hacen pagar 10 euros más al dia por un apartamento en planta baja con vistas a la carretera. En fin, un desastre. En cuanto al aire acondicionado igual, 10 euros más por dia, menos mal que esto si que mereció la pena pagarlo. Sino hubiera sido un infierno la estancia a más de 35 grados dentro de la casa. RESPECTO AL RESTAURANTE, por llamarlo de alguna manera, ha sido MÁS PENOSO TODAVIA si se puede, falta de organización, mala calidad en los alimentos, además de poca amabilidad y empatia por parte del encargado y alguna que otra camarera. EL SERVICIO EN GENERAL DEJA MUCHO QUE DESEAR. Platos repetitivos y con poca variedad. LAMENTABLEMENTE NO LO RECOMENDARIA NI VOLVERIA. Lo único que merece la pena, las piscinas y zonas ajardinadas de la urbanización. Hay unos 10 minutos andando hasta la playa desde la urbanización, lo malo que la vuelta es cuesta arriba.

María M

Para empezar la hora del checkin es por demás para la preparación que tiene la habitación, ya que tienes que hacerte tu mismo las camas y te dan dos toallas contadas, ni siquiera para secarte las manos y un rollo de papel higiénico a la mitad. Apartamentos que necesitan un gran lavado de cara y un fumigador. Por mucho que estemos en un sitio de playa, la cantidad de hormigas por el baño y la cocina es descomunal. Menos mal que hemos venido en una fecha que no hace mucho calor, sino sin aire sería imposible estar. La red Wifi no funciona y las camas son muy duras, con las almohadas muy bajas. Las instalaciones de fuera y la piscina son lo único que merece la pena. La ubicación permite aparcar fácilmente y a 500 metros tienes un supermercado, pero para ir con los trastos de la playa queda lejos. El servicio de restauración es de vergüenza. La comida y el desayuno podrían estar en el menú de un hospital, por no hablar de la variedad...si os ponen algo diferente a un croissant, embutido y dos barras de pan todos los días os podéis sentir afortunados. Y el servicio no hay por donde cogerlo...no hay rangos, ni profesionalidad, cada uno va como le da la gana y por su cuenta, cero comunicación entre ellos, ni un ápice de ganas por trabajar y gente de "refuerzo" que lo único que hace es estorbar y ralentizar el servicio. Un despropósito. Bebidas no incluidas, por cierto, por lo que tienes que vender un riñón para pagar dos botellas de agua que a ellos les cuestan 30 céntimos. Además teniendo el espacio que tienen, caben cuatro mesas mal puestas para la cantidad de gente que se hospeda. En definitiva, lo único bueno que me llevo son las vistas y la compañía con la que fui.

JENNIFER MARTIN LIMON

La urbanización es bonita y la piscina genial. Las habitaciones mediocres y si quieres aire acondicionado tienes que pagarlo a parte. El menú que incluye la pensión es repetitivo y se acaban varios platos en seguida. El servicio simplemente correcto y la ubicación lejana a la playa para ir andando, sobre todo porque la vuelta es cuesta arriba. No ha estado mal pero no volveremos.